
La Real Academia Española (RAE) ha confirmado que las letras “CH” y “LL” han sido eliminadas del abecedario oficial del idioma español, reduciendo el número total de letras a 27. Esta decisión busca simplificar la estructura del idioma sin afectar su pronunciación ni su ortografía.
Un cambio en la estructura, pero no en el uso
Aunque “CH” y “LL” siguen formando parte del idioma y su uso en palabras permanece inalterado, la RAE explica que estos signos no son letras independientes, sino dígrafos. Es decir, combinaciones de dos letras que representan un solo sonido. Por esta razón, en un sistema alfabético como el español, solo deben considerarse letras los signos simples.
¿Cómo queda el abecedario oficial?
Tras esta actualización, el abecedario del idioma español queda conformado por las siguientes 27 letras:
a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y y z.
Esta decisión no implica ninguna modificación en la forma en que se escriben las palabras que contienen “CH” y “LL”. La ortografía y la gramática del español permanecen inalteradas, por lo que términos como “chocolate”, “lluvia” o “lucha” se seguirán escribiendo de la misma manera.
Un paso hacia la estandarización
La eliminación de “CH” y “LL” del abecedario oficial ya se había planteado en ediciones anteriores de la Ortografía de la lengua española. La intención es unificar el español con otros idiomas que tampoco consideran los dígrafos como letras individuales en sus alfabetos.
Este ajuste facilita la enseñanza del idioma y su clasificación en diccionarios y sistemas informáticos, asegurando una mayor coherencia en la organización alfabética de las palabras.
El cambio realizado por la RAE refuerza la idea de que el idioma español está en constante evolución, adaptándose a nuevas formas de aprendizaje y clasificación. Sin embargo, su esencia y reglas ortográficas se mantienen intactas, asegurando que los hablantes no vean afectada su manera de escribir o pronunciar las palabras.
Con esta actualización, el abecedario español queda más simplificado y alineado con las normas internacionales, sin perder su riqueza y diversidad lingüística.