
Bogotá, 13 de mayo de 2025 — En una plenaria caótica y marcada por denuncias de irregularidades, el Senado de la República emitió concepto negativo frente a la consulta popular que buscaba impulsar el Gobierno del presidente Gustavo Petro. La iniciativa, que requería del aval del Congreso para avanzar, fue rechazada con 49 votos frente a 47, poniendo fin —por ahora— al intento de llevar a las urnas 12 preguntas sobre reformas laborales.
El proyecto contemplaba temas clave como recargos dominicales, licencias de salud, salarios justos para trabajadores del campo, eliminación de la tercerización y otras condiciones laborales. Su objetivo era movilizar a la ciudadanía en torno a una agenda de justicia social, en respuesta a los reiterados bloqueos legislativos enfrentados por el Ejecutivo en el Congreso.
No obstante, la votación no estuvo exenta de controversia. El ministro del Interior, Armando Benedetti, calificó el hundimiento de la consulta como un acto “fraudulento”. Afirmó que el presidente del Senado, Efraín Cepeda, cerró el registro cuando la balanza comenzaba a inclinarse a favor del Gobierno, impidiendo lo que, según dijo, habría sido una votación favorable. Benedetti acusó tanto a Cepeda como al secretario general del Senado de incurrir en delitos y faltas éticas, asegurando que hubo maniobras irregulares para evitar el avance de la consulta.
Desde la oposición, en contraste, se celebró el desenlace. El senador Miguel Uribe afirmó que la propuesta “no era ni popular ni consulta”, sino una “estafa” que, en su opinión, profundizaba el desempleo y la informalidad. Calificó el resultado como una “buena noticia para Colombia” y aseguró que la caída de la iniciativa representa un freno al rumbo actual del Gobierno.
La reforma laboral revive
Pese al revés para la consulta popular, el Gobierno obtuvo un triunfo parcial en la misma jornada legislativa: el Senado aprobó reactivar la discutida reforma laboral, que había sido previamente archivada. Con 68 votos, la plenaria rechazó el informe que pretendía cerrarle la puerta definitivamente al proyecto y posteriormente aprobó su reanudación en el trámite legislativo.
Así, mientras una de las vías propuestas por el Gobierno se cierra con polémica, otra vuelve a la agenda del Congreso, en un contexto de alta tensión política y polarización en torno a las reformas sociales que impulsa el presidente Petro.