
En una ceremonia en la Escuela de Cadetes General Santander, el presidente Gustavo Petro tomó juramento al general en retiro William Oswaldo Rincón Zambrano como nuevo Director General de la Policía Nacional, sustituyendo al mayor general Carlos Fernando Triana.
El nombramiento se inscribe en una coyuntura de reformas institucionales y presiones para recuperar la confianza ciudadana.
Rincón, quien posee más de 30 años de servicio en la institución, ha desempeñado cargos clave como director de Carabineros, comandante del Departamento de Policía del Cesar, director de la Escuela de Oficiales y jefe de la Inspectoría General.
Durante su discurso, el nuevo director hizo énfasis en la misión de la Policía como garante de la paz y la convivencia: “Somos los responsables de brindar paz, cooperación y felicidad”, afirmó ante los asistentes.
También anunció que convocará a generales y coroneles retirados para fortalecer la administración en áreas operativas y ejecutivas.
Reconfiguración en la cúpula: ¿qué esperar?
Con el arribo de Rincón, se vislumbran cambios en los niveles superiores de mando de la institución. Según expertos, las primeras modificaciones podrían ocurrir en cargos de cercanía al despacho del director, como secretario general o jefe jurídico, típicamente ocupados por coroneles de confianza.
Se perfila también el relevo en los cargos de subdirector, inspector y jefe de Jefatura Nacional de Servicio, que probablemente recaigan en oficiales con cercanía operativa al nuevo director.
Un nombre que suena con fuerza es el del general (r) José Daniel Gualdrón, quien se retiró hace unos meses de la dirección de la Policía Metropolitana de Bogotá. Fuentes citadas por la prensa afirman que su eventual reingreso no alteraría la estructura, pero sí generaría atención pública al verse por primera vez el nombramiento simultáneo de dos exgenerales para liderar altos mandos.
¿Por qué este nombramiento genera debate?
El hecho de reincorporar un oficial retirado en lugar de seleccionar un general activo ha despertado críticas y análisis. Este es el tercer general retirado nombrado por la actual administración para la cúpula policial.
Algunos cuestionan que el relevo no favorece las dinámicas de mérito interno o promoción natural dentro de la institución.
Por otro lado, el contexto de su designación no es menor: el presidente Petro responsabilizó al saliente general Triana por una operación fallida en Antioquia, en la cual murieron 13 uniformados durante una emboscada. Esta situación habría precipitado la salida de Triana y urgido un cambio en el liderazgo policial.
Retos inmediatos para Rincón en el despacho policial
Reorganización institucional
Aprovechar el efecto simbólico de su nombramiento para avanzar en reformas internas con impacto real en eficiencia y disciplina institucional.
Mejorar percepción ciudadana
La confianza pública en la Policía atraviesa un momento delicado. Rincón deberá articular estrategias de acercamiento comunitario y transparencia.
Operativos contra crimen organizado
Enfrentar las redes criminales con coordinación nacional, inteligencia y capacidad operativa será clave para mostrar resultados.
Articulación con Fuerzas Militares y otros organismos
La seguridad integral exigirá sincronía entre instituciones de defensa, inteligencia y justicia.
Transparencia en procesos internos
Adaptar mecanismos de rendición de cuentas para evitar excesos y corrupción en la cadena de mando.
Este nombramiento marca el inicio de una fase crítica en la Policía Nacional de Colombia. Los próximos meses serán decisivos para medir si Rincón logra traducir su experiencia y las expectativas generadas en acciones concretas que fortalezcan la seguridad y restauren la confianza ciudadana.








