
Tras ocho años de resistencia, más de 4.500 campesinos lograron la aprobación del Plan de Desarrollo Sostenible de la que podría ser la primera Zona de Reserva Campesina dentro de una zona forestal amazónica.
En el corazón de la Amazonía colombiana, las comunidades rurales del Guaviare celebran un hecho histórico: la aprobación del Plan de Desarrollo Sostenible de la Zona de Reserva Campesina (ZRC) “La Guardiana del Chiribiquete”, un paso decisivo hacia su constitución legal. Este proceso, respaldado por el Ministerio de Agricultura y la Agencia Nacional de Tierras (ANT), abarca 198.000 hectáreas y beneficiará a más de 4.500 campesinos y campesinas que por décadas han protegido la selva y defendido su permanencia en el territorio.
La audiencia pública, realizada en el municipio de Calamar, reunió a más de 500 representantes campesinos, indígenas y afrodescendientes, quienes celebraron este logro como una victoria de la organización, la legalidad y la defensa del territorio.
“Después de ocho años de trabajo logramos que el Estado escuche nuestra voz. Hemos cuidado este territorio y lo seguiremos defendiendo. Gracias, presidente Petro, por cumplirnos”, expresó Yaneth García, integrante del Comité de Impulso de la ZRC.
La subdirectora de Acceso a Tierras en Zonas Focalizadas de la ANT, Lilia María Rodríguez, destacó que esta iniciativa marca un precedente en la lucha por el reconocimiento de las territorialidades campesinas:
“No se trata solo de propiedad, sino de gobernabilidad y gestión territorial. Este es un paso más hacia la construcción de paz y el uso adecuado de la tierra”, señaló.
Por su parte, el viceministro (e) de Desarrollo Rural, José Luis Quiroga, resaltó que esta ZRC representa un modelo de equilibrio entre la producción rural y la conservación ambiental:
“El campesinado no es enemigo del bosque. Son quienes aportan a la conservación de áreas estratégicas como el Parque Nacional Natural Serranía del Chiribiquete”.
El proceso, iniciado en 2016, es fruto de un trabajo colectivo que incluyó cartografías sociales, planificación participativa y ejercicios de ordenamiento territorial, liderados desde las veredas del Unilla y el Itilla. Su aprobación demuestra que es posible armonizar la conservación ambiental con la producción sostenible y la gobernanza local, aún dentro de zonas de reserva forestal históricamente restringidas por la Ley Segunda de 1959.
Con este paso, el Guaviare se encamina a ser el primer territorio del país en consolidar una Zona de Reserva Campesina dentro de un área de reserva forestal, un hecho sin precedentes que reconoce al campesinado como actor clave en la protección de la Amazonía y en la construcción de paz con justicia territorial.
“Con La Guardiana del Chiribiquete aprendimos que se puede producir sin destruir. Queremos vivir en la legalidad y en armonía con la selva”, aseguró Eliecer Jiménez, campesino de Calamar.
Este logro se enmarca en la Reforma Agraria del Gobierno del Cambio, impulsada por el presidente Gustavo Petro, que busca democratizar la tierra, reparar históricamente al campesinado y garantizar la sostenibilidad de los territorios amazónicos.
La historia de La Guardiana del Chiribiquete demuestra que la defensa de la vida y la tierra puede ser, al mismo tiempo, una apuesta por la justicia social, la soberanía alimentaria y la conservación del planeta.






