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  • Josué Alirio Barrera, el Senador que llegó al Congreso de la República con “Pasaporte.”

Nacido en el hermoso Municipio de Aguazul Casanare, se crió en la vereda Monterralo, ubicada en la vía que de Casanare conduce a Sogamoso, Boyacá. Proveniente de una familia de trabajadores y humildes campesinos, siendo el segundo de once hermanos. Alirio manifiesta sentirse profundamente orgulloso de sus raíces, de su historia de superación personal y de todos los obstáculos que desde que era tan solo un niño le toco afrontar puesto que considera que cada dificultad vivida, lo ayudo a ser cada vez más valiente y a sacar fuerzas de donde a veces no sabía que las tenía para poder llegar hacer sobre todo el ser humano del que es.

Una persona excepcional, a la que si usted tuviera la oportunidad de conocer y escuchar, comprendería que pese a lo que actualmente representa en el escenario político, nunca ha dejado de ser alguien que vive agradecido con la vida, tranquilo, en paz y siempre sereno, que es una persona del común, sociable, humilde, trabajador, servicial, presto a servir a su prójimo y a la comunidad, un hombre forjado a pulso y enchapado a la antigua como pocos quedan ya, al que la vida según dice, le negó en su niñez un sin número de oportunidades y se ensañó con él sin saber a la fecha el porqué. “Quizás para enseñarme a resistir y a ser fuerte, porque tenía que forjar carácter y porque todo lo que viví me serviría como base para afrontar los retos y dificultades que me pone la vida cada día” Dice algo nostálgico, con la voz entre cortada y con una pequeña pero tierna sonrisa en sus labios.
Tuvo una infancia difícil, siendo apenas un niño Alirio y su familia se convirtieron en unos desplazados por la violencia, manifiesta que mientras su padre trabajaba en Yopal y ellos vivían en una vereda, grupos armados ilegales empezaron a motivarlos a él y a su hermano para ingresar a ser parte de sus tropas, pero su señora madre al descubrir esta situación prefirió partir con ellos hacia la ciudad en aras de evitar que sus hijos fueran reclutados. Con mucho esfuerzo y determinación, de esa que caracteriza a los llaneros, poco a poco, logró superarse hasta convertirse en un empresario exitoso en su departamento, no importaba el oficio o labor que tuviera que realizar, Alirio se empeñaba siempre en hacer las cosas de la mejor manera posible para que todo saliera bien y para que se vieran los frutos de su esfuerzo, no se avergüenza de nada, por el contrario manifiesta con orgullo que empezó desde abajo, ¡Desde que era niño ya era trabajador! Según comenta, su hermana preparaba unas melcochas y él salía a venderlas, también vendía chances, empanadas, periódicos, en fin, realizó muchas actividades que nombra y recuerda con humildad porque pese a que eran trabajos modestos, eran honestos, “Nunca le hice daño a nadie, me siento muy tranquilo y feliz de saber que aunque fueron tiempos difíciles, en esos momentos de mi vida hice lo correcto, nunca paso por mi mente cometer algún ilícito para obtener dinero, aunque la necesidad que tuviera fuera muy grande.”
Relata que con lo poco que le quedaba de ganancias, empezó ahorrar, se colocó un pequeño supermercado, luego una discoteca, la cual posteriormente quebró, siempre amante de los caballos, empezó a trabajar como domador, luego optó por comprar y vender caballos, lo combino con la ganadería y aunque en un principio dice empezó con pocos animales, con lo que ganaba volvía a comprar y a vender y así, poco a poco logró hacerse un pequeño capital, así empezó a comprar y a revender carros, se compró un terreno, lo dividió y lo vendió, obtuvo algo de ganancias y compro otros más, y por supuesto se dio a conocer, siempre con esas ganas de salir adelante, al cumplir un sueño, su deseo era ir por más.
En el año 2004, incursiona por primera vez en la política y se lanza al consejo de Aguazul donde fue eliegido concejal. Posteriormente, gracias a que tuvo una gran afinidad y compartiendo esa pasión y amor por los caballos con el expresidente Álvaro Uribe, es esté quién decide proponerle lanzarse a la gobernación del Casanare en el año 2015, algo que en efecto lo llevo a ser gobernador en el período comprendido entre 2016-2019, cargo en el que pese a no tener una amplia preparación académica y trayectoria política, logró demostrar sus dotes como administrador del erario público y se destacó como el mejor gobernador del país en su período.
En cuanto a su departamento, Alirio, se siente muy orgulloso de haber pagado la deuda fiscal que tenía el Casanare, de haber llevado inversión social, obras y proyectos que benefician a la comunidad, pero sobre todo, expresa, “Me siento muy feliz de haber llevado cuatro universidades públicas al departamento cuando no había ninguna, tres sedes del Sena puesto que solo había una, en mí administración construimos cuatro hospitales, colegios, escuelas, internados, escenarios deportivos, vías, y logramos la recuperación de 42 obras inconclusas, además me enorgullece haber sido reconocido como uno de los dirigentes que mejor invirtió las regalías del departamento”.
Sus detractores se le han metido por el lado académico, con el ánimo de ofenderlo o hacerlo quedar mal, mientras que Alirio afirma, se siente muy feliz de saber que pese a la escasa educación que tuvo en sus inicios, esa brecha educativa de la que desafortunadamente fue víctima en su niñez y en su juventud, no han sido impedimento para lograr alcanzar sus sueños, llegó hacer gobernador con tan solo noveno de bachillerato, o tercero como se decía antiguamente, aunque no falta quienes por demeritar su esfuerzo ahora digan que solo curso hasta tercero de primaria, “La verdad es que siendo Gobernador, me gradué como bachiller, presenté mi ICFES, y gracias al reconocimiento que obtuve por realizar una admirable y destacada gestión como dirigente político de mí departamento, recibí un título Honoris Causa en administración de empresas otorgado por la Universidad Unitrópico y posteriormente, recibí un Doctorado Honoris Causa, otorgado por la universidad de Israel.”
Por otro lado, como si fuera poco, en el año 2021 fue precandidato a la presidencia de la República por su partido Centro Democrático, “El expresidente Álvaro Uribe, viendo mis resultados en la gobernación y la gran favorabilidad que tenía, me pidió que hiciéramos patria y me propuso como precandidato, fue un ejercicio de un mes, contra varios años de trabajo de los otros precandidatos pero me fue muy bien, luego viene la propuesta de ser candidato al Senado para el periodo 2022 – 2026 y bueno, afortunadamente se logró ese objetivo con una muy buena votación.”
Para la historia quedará el día en que este caballero, llegó con su ruana y sombrero montado en su caballo pasaporte al Congreso de la República, algo que generó algo de polémica puesto que no faltó quienes lo compararon con Calígula el emperador Romano que nombró cónsul a su caballo Insitatus. Pero él, muy fiel a su estilo, pensamiento y a las ideas que defiende, porque basta solo con escucharlo hablar para saber que es un hombre muy inteligente y astuto. argumenta que: “Es una anécdota porque el presidente del Senado en ese momento manifestó que el Congreso era un Congreso Pet friendly y que era permitido para todos los congresistas traer su mascota, algo que pues a mí no me gustó porque pues imagínese esto lleno de perros y de gatos y sí, uno quiere a su mascota pero no todos tienen que querer la mascota de uno, y pues yo dije si eso es permitido pues para mí, mi mascota es mi caballo en ella coleo, trabajo, me la pasó, lo peino, lo baño, le hablo y mi mascota es mí caballo y pues no voy a decir nada pero cuando les llegue, les voy a llegar con mí caballo, primero como una voz de protesta y segundo para demostrarle a Colombia que hay un mundo distinto y hay un mundo donde las mascotas son perritos y gatitos y hay mundos donde las mascotas son gallos finos, caballos, vacas, etc.. Y nosotros somos diferentes siendo del mismo país, somos un muy distintos. Entonces en ese orden de ideas no tienen por qué querer acabar con las cabalgatas, el coleo, las corralejas, y todas esas cosas que son autóctonas de nosotros.”

Aunado a esto, Alirio, quiso recordarle a todos los colombianos que él se siente muy orgulloso de ser llanero y de montar a caballo. “Recuerden que a caballo se liberó a Colombia y que fueron catorce llaneros los que le dieron la libertad al país y no tenemos por qué avergonzarnos de nuestros orígenes, de nuestras tradiciones y a través de leyes tratar de suspender todas estas actividades culturales propias de los colombianos.”
En este periodo legislativo, Se ha destacado en el Senado de la República, puesto que fue elegido como vicepresidente de esa colectividad para el periodo 2024 – 2025 obteniendo una amplia votación, sino que además en múltiples oportunidades se sentó en la silla el presidente de esa colectividad, oportunidades estas en las que se destacó por dirigir la plenaria de una manera eficiente, diligente e imparcial respetando los derechos y garantías de cada uno de los senadores allí presentes y por ende de las bancadas de los diferentes partidos políticos. El pasado 20 de mayo, voluntariamente y luego de un fallo del Consejo de Estado que anulaba su elección como vicepresidente, pese haber interpuesto el respectivo recurso de apelación, Alirio considero que no era bueno para él aferrarse al poder y enviarle ese mensaje al pueblo colombiano, a sus colegas y voluntariamente renunció a su cargo como vicepresidente lo cual fue ampliamente resaltado y admirado por los diferentes sectores políticos del país.
Considera que su historia ha estado marcada por dos momentos cumbres en su vida “Me senté en dos sillas que para mí marcaron muchísimo mí vida, el día que por así decirlo, salté de la silla de mi caballo a la silla de la gobernación, el día que me senté en esa silla, me parecía que eso era un sueño, me decía que está sucediendo y le daba muchas gracias a Dios por eso, y el segundo fue el día que me senté en la silla como presidente del Senado que fue por encargo, eso me hizo dar escalofrío, yo me quité el sombrero levanté la cabeza y le daba gracias a Dios y decía ¿Yo qué hago aquí? Ese privilegio que Dios el pueblo y mis compañeros del Senado me dieron, porque tuve casi el 99% de aceptación en mi candidatura como mesa directiva y sentarme como presidente del Senado República, para mí fue algo que de hecho, cada vez que me siento ahí digo definitivamente Dios es grande y esto es algo que ni siquiera lo había soñado, Porque para mí entrar al congreso, era un privilegio, era una felicidad, era una bendición, era un honor entrar al congreso a conocer, Imagínese cuando ya me siento en la silla como presidente del Senado de la República, eso me marcó y me sigue marcando porque definitivamente no hay nada imposible para el que tiene fe y para el que persiste,”
Actualmente, es precandidato a la presidencia de la República para las elecciones del próximo año y con respecto a las críticas que últimamente ha recibido por su postulación por parte de otros líderes de diferentes sectores políticos los cuáles se refieren a él de manera peyorativa y humillante porque según su equivocado criterio este no tiene presuntamente la educación requerida para estar en el lugar que está y para aspirar a semejante cargo, Alirio, manifiesta sentirse muy orgulloso de anunciarle en exclusiva a sus detractores por medio de esta revista que contrario sensu a lo que ellos piensan, él no tiene la cabeza únicamente para llevar su sombrero, el cual porta de orgulloso y distinción, sino que además de ello, se ha esmerado y esforzado en superarse, razón por la cual se siente muy feliz en expresar que “Actualmente estoy estudiando administración de empresas en la Esap, ingreso a cuarto semestre, y que adicionalmente tomo clases privadas de derecho” Lo cual le permite, sentirse seguro de sí mismo y de sus capacidades, no le tiene miedo a nadie, y que está preparado y dispuesto para sentarse a debatir sobre temas políticos con la persona que lo considere necesario.
Considera que hay personas que venían con alguna tradición política y al él incursionar en esta, los ha vencido políticamente, no le guarda rencor a nadie, pero considera que hay personas que generan algunas diferencias con él por haberse involucrado en esté ámbito, teniendo en cuenta que en su región ya habían unas estructuras políticas de unos 30 ó 40 años y al él entrar a vencerlas eso ha generado algún tipo de disgusto en sus contrarios, manifiesta que “Lo peor que uno puede hacer es llegar y sentarse en una silla y empezar a perseguir a los anteriores, eso nunca lo he hecho, si puedo trabajar, trabajo con todos y todos aportan ideas y a todos nos va bien, si al departamento, municipio o al país le va bien, a todos nos va bien… Yo no tengo enemigos, pero sí hay gente que me ve como rival.”
Defiende causas como el derecho a la vida y se opone rotundamente al aborto, le encantan los niños, pero también sabe que es importante enseñarlos a trabajar para ganarse la vida, cree profundamente en Dios y considera que todo lo que ha logrado a sido porque él ha escuchado sus oraciones y lo ha fortalecido, es un hombre bueno, muy inteligente, sabio, astuto, sensato que pese a todo lo que ha logrado no olvida sus raíces, su orígen humilde, conserva su esencia y su don de gentes. Josué Alirio Barrera, no conoce límites, no cree en las clases sociales, a leguas se nota que es un hombre que desde siempre ha luchado por superarse y por salir adelante, y sin lugar a dudas, ¡decente y correctamente lo ha logrado! Lo defino como un hombre perseverante, ejemplo y modelo de superación personal que ha sabido hacer bien las cosas y que ha logrado mantenerse alejado de los escándalos políticos y de la corrupción.

 

Por: Kenda Lucía Caldera Garavito