
“PEDRAZA” VE EL ARTE COMO PUENTE ENTRE LA EMOCIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL
Un encuentro con el artista santandereano que ha conquistado corazones y escenarios internacionales
Orígenes y raíces: la Paz, Santander, cuna de inspiración
El municipio de La Paz, Santander, tierra fértil y de aguas abundantes, vio nacer a Juan Pablo Pedraza, artista plástico colombiano que ha dedicado 35 años de su vida a la creación artística. Su infancia estuvo marcada por la calidez de una familia amorosa y, sobre todo, por la influencia de su madre, quien, aunque no sabía leer ni escribir, le transmitió un profundo amor y sensibilidad. Pedraza reconoce que fue precisamente el arte, desde el dibujo y los primeros trazos, el puente que le permitió comunicarse con el mundo y expresar necesidades y emociones profundas.
“Hoy le agradezco a mi madre, que ya no está en este mundo, pero sí me estoy comunicando con todo el planeta a través de trazos y colores. Ustedes pueden ver los trabajos que tienen un significado y expresan necesidades.”
El despertar artístico: pasión, disciplina y primeras oportunidades
Desde muy pequeño, Pedraza sintió una inclinación natural hacia el dibujo, aunque desconocía que existía una carrera formal en arte. Su talento fue notado por una docente que lo animó a seguir adelante. Recuerda con especial cariño cómo, en el fogón de leña de su abuela, utilizaba tizones para dibujar caballos en las tablas de la casa, a pesar de los regaños y las constantes limpiezas de sus improvisados lienzos.
La llegada a Bogotá marcó un punto de inflexión: allí conoció a maestros y artistas que enriquecieron su formación y le permitieron vender sus primeras obras, lo que le dio autonomía para adquirir materiales y asumir el arte con mayor seriedad.
El óleo como lenguaje: realismo, paciencia y trascendencia
Juan Pablo Pedraza se define como un pintor realista que trabaja principalmente al óleo sobre lienzo. Este medio le ha permitido explorar el detalle y la manipulación pausada de la obra, dotando a sus creaciones de una profundidad única. Gracias a su disciplina y pasión, ha logrado importantes reconocimientos, como el Panamericano de Arte en 2006, y ha llevado su arte a escenarios y personalidades de gran relevancia.
Uno de los hitos más significativos de su carrera fue la oportunidad de entregar una obra al Papa Francisco durante su visita a Colombia en 2017. Pedraza decidió que la pieza sería un regalo, lo que le abrió puertas y le permitió recibir la bendición papal, además de la atención de medios nacionales e internacionales.
El encuentro con Shakira: arte, viralidad y reconocimiento
El arte de Pedraza ha trascendido fronteras y ha llegado a figuras de talla mundial como Shakira. Inspirado por la resiliencia y el mensaje de la artista en su álbum “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, Pedraza creó la obra “Una loba que sana cicatrices con canciones o con música”. La pieza se viralizó en redes sociales y, a través de la comunidad de seguidores, llegó al círculo cercano de la cantante.
Invitado al concierto de Shakira en Bogotá, Pedraza tuvo la oportunidad de conocerla personalmente y mostrarle la obra. La reacción de la artista fue de profunda emoción: “Juan Pablo, esa obra es impactante, me fascina, donde colocaste la loba justo acá en mi hombro, me encanta y siento una parte de mi alma ahí, me siento plasmada”. Shakira firmó la obra original y pidió quedarse con la copia, un gesto que Pedraza considera un premio invaluable y un respaldo a su trayectoria.
Formación, ética y mensaje a las nuevas generaciones
Además de su labor como artista, Juan Pablo Pedraza es formador de nuevas generaciones. Su mensaje a jóvenes y estudiantes es claro: el arte debe hacerse desde el corazón, con honestidad y sin obsesionarse por el dinero. La calidad, la responsabilidad y el uso de materiales de excelencia son pilares de su ética profesional.
“Las obras buenas y los trabajos bien hechos se venden solos, no hay necesidad de ofrecerlos. Yo nunca ofrezco una obra. Ellas se venden solitas. Menos armas, más pinceles en las manos de los jóvenes para que este mundo tenga otra perspectiva, más amor, más cultura.”
El arte frente a la inteligencia artificial: humanidad y empatía
Pedraza reconoce el valor de la inteligencia artificial como herramienta, pero defiende la insustituible capacidad humana de transmitir sentimientos y empatía. Relata cómo, a través de su arte, ha logrado devolver la felicidad y autoestima a personas que, por ejemplo, no se sentían cómodas con su imagen, regalándoles retratos que reconstruyen no solo la apariencia, sino la dignidad y el amor propio.
“La inteligencia artificial puede hacer miles de cosas, pero no podrá humanizar, no podrá llegar a una persona, no podrá tener el sentimiento de un artista, el carisma, expresar sentimientos.”
Reconocimientos y anécdotas: el arte como homenaje a la vida
A lo largo de su carrera, Pedraza ha recibido múltiples reconocimientos, entre ellos el Panamericano de Arte y premios en concursos internacionales, incluyendo Argentina. Destaca la historia de Pastor, un habitante de calle al que retrató y cuya obra le valió el máximo galardón en el Panamericano, demostrando que el arte puede convertir la marginalidad en luz y esperanza.
Su fijación por los caballos, animales que representan fuerza y delicadeza, es reflejo de su infancia en el campo y de su búsqueda constante de equilibrio en la pintura.
Arte y memoria: Wilson, los niños de la selva y el homenaje nacional
Pedraza también ha inmortalizado episodios recientes de la historia colombiana, como el rescate de los niños perdidos en la selva y la labor del perro Wilson. Su obra, que fusiona elementos indígenas y militares, se convirtió en un símbolo nacional y fue entregada como homenaje al general Pedro Sánchez, hoy ministro de Defensa.
Legado y compromiso: compartir el conocimiento, multiplicar la sensibilidad
Para Pedraza, el arte es un legado colectivo. Invita a los artistas a compartir sus conocimientos y técnicas, a no quedarse con los secretos y a formar a las nuevas generaciones. Su compromiso es que el arte siga siendo un canal de expresión, enseñanza y transformación.
“Traten de que su espíritu artístico sea heredado a las nuevas generaciones, que aporten a los muchachos que están iniciando. Esa escuela hay que dejarla y no parar de pintar, sigan pintando, expresando y enseñando.”
Un mensaje a sus seguidores: gratitud y generosidad
Epílogo: Arte, vida y esperanza
Juan Pablo Pedraza es mucho más que un artista plástico: es un sembrador de esperanza, un puente entre el dolor y la belleza, un testimonio vivo de que el arte puede transformar realidades y unir corazones. Su historia es la prueba de que la pasión, la disciplina y la autenticidad pueden abrir puertas insospechadas y dejar una huella imborrable en la memoria colectiva de un país.
Revista Mi Nación agradece a Juan Pablo Pedraza por abrir las puertas de su taller, su corazón y su historia, y por recordarnos que, en cada trazo, late una oportunidad de cambiar el mundo.