
PETRO CONFIRMA VÍNCULO DE CAPTURADO POR ATENTADO CONTRA MIGUEL URIBE CON PROGRAMA ‘JÓVENES EN PAZ’
El presidente reconoció que el joven señalado por el intento de homicidio hacía parte del programa estatal, aunque lo abandonó sin asistir a clases.
Bogotá, 9 de junio de 2025. En una declaración que ha encendido nuevas alarmas sobre el alcance del programa estatal Jóvenes en Paz, el presidente Gustavo Petro confirmó a través de su cuenta oficial de X (antes Twitter) que el menor de edad capturado por el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay sí hizo parte de dicha estrategia gubernamental.
“El joven ya había sido identificado como conflictivo. No tenía capacidad de establecer vínculos intersociales, duró solo dos meses en el programa, no asistió a clases y se retiró por voluntad propia”, detalló el mandatario, citando informes de los profesionales encargados de evaluar a los beneficiarios.
El pronunciamiento se da mientras el país sigue consternado por el atentado del pasado sábado 7 de junio en la localidad de Modelia, que dejó en estado crítico a Uribe Turbay. El joven implicado, cuya captura ya fue legalizada, permanece hospitalizado y no ha podido ser interrogado debido a su delicado estado de salud.
La Fiscalía General de la Nación, que dirige las investigaciones, ha solicitado que el adolescente sea trasladado a una unidad especial del búnker del ente acusador y no al ICBF, como es usual, argumentando la necesidad de proteger su seguridad y avanzar con eficacia en la investigación judicial.
En paralelo, se indaga si el joven tenía vínculos con redes criminales más amplias y si pudo haber participado en otros atentados recientes.
El programa Jóvenes en Paz, promovido por el Departamento de Prosperidad Social, fue concebido como una ruta de atención integral para que jóvenes en riesgo se desvinculen del crimen y se integren al sistema educativo y laboral. Sin embargo, este caso plantea fuertes cuestionamientos sobre sus filtros de ingreso, su capacidad de intervención y el monitoreo a los beneficiarios.
¿Fracaso del programa o caso aislado? La relación entre el agresor y el plan bandera del Gobierno ha provocado un vendaval político en medio del debate por la seguridad, la polarización electoral y la legitimidad de las estrategias sociales en entornos de riesgo.