Jugar como nunca… perder como siempre

La Selección Colombia volvió a naufragar en las Eliminatorias tras caer 2-1 contra Brasil, en un partido que tuvo en sus manos y no supo resolver. A pesar de dominar fases del juego, la Tricolor desperdició una oportunidad dorada de romper el maleficio histórico en tierras brasileñas. Ahora es sexta en la tabla, con cuatro derrotas en los últimos cinco partidos. Así, la clasificación al Mundial empieza a tambalearse.

Ojo: si fueran las clasificatorias pasadas, Colombia ya estaría eliminada. No hay margen para confiarse.

Golpe temprano: penal y cuesta arriba

Solo cinco minutos necesitó Brasil para abrir el marcador. Un arranque de Vinicius Jr terminó en falta de Muñoz dentro del área, y Raphinha ejecutó con categoría el penal para el 1-0. La Selección no se había acomodado en la cancha cuando ya debía remar contracorriente.

Díaz y la ilusión del empate

La lesión de Gerson y el ingreso de Joelinton le dieron aire a Colombia, que mantuvo la posesión con poca profundidad. Sin embargo, en una jugada tejida por Arias y James Rodríguez, apareció el de siempre: Luis Díaz, quien venció a su compañero de club Alisson Becker para poner el 1-1 y revivir la esperanza.

Vargas, figura en el arco

Colombia mostró ambición, pero fue imprecisa en el último tercio. En defensa, Camilo Vargas se lució tras un tiro libre de Raphinha, acompañado por el sacrificio de Davinson Sánchez, quien poco después tuvo que abandonar el campo tras un duro choque con Alisson. El defensor perdió momentáneamente el conocimiento y encendió las alarmas médicas.

Vinicius sentenció, Lorenzo falló

El segundo tiempo fue de altibajos. Brasil cedió espacios, Carrascal y Santos Borré dieron aire fresco a la Tricolor, pero los cambios tardíos de Lorenzo limitaron la capacidad de reacción. Cuando parecía que Colombia arañaba un empate histórico, otra vez Vinicius Jr desniveló con un golazo en tiempo de adición, dejando sin respuesta a una Selección exhausta y confundida.

Cuatro caídas en cinco partidos… y contando

La derrota se suma a una racha de cuatro derrotas en cinco juegos, un registro que deja en evidencia el mal momento del equipo de Néstor Lorenzo.
Y no hay que perder de vista el dato: si esta fuera la Eliminatoria pasada, Colombia ya estaría eliminada.

No hay margen para el error. No hay lugar para la confianza. Cada partido es una final.