
Tras el asesinato de Miguel Uribe Turbay, se abre debate sobre quién ocupará su curul en el Senado
La política colombiana atraviesa un momento de conmoción tras el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, hecho que la Fiscalía ha calificado como magnicidio y que ha despertado condena nacional e internacional.
La desaparición de Uribe Turbay no solo representa una pérdida personal y política para su partido, sino que también plantea un interrogante clave: ¿quién ocupará su curul en el Senado?
Desde el Centro Democrático, su director, Gabriel Vallejo, ha señalado que aún no hay una decisión tomada y que la colectividad se tomará el tiempo para reflexionar:
“Esto requiere una evaluación profunda dentro del partido. No dejaremos que la muerte de Miguel Uribe pase en vano, y tendremos en cuenta a su familia para honrar su legado político”.
De acuerdo con la normativa electoral colombiana, cuando un congresista pierde su investidura por muerte, renuncia o inhabilidad, su lugar es ocupado por la persona que le sigue en la lista electoral del mismo partido, según el orden de votación obtenido en las elecciones más recientes.
En este caso, la reemplazante natural sería María Angélica Guerra López, quien ocupó el puesto 14 en la lista del Centro Democrático y obtuvo 37.928 votos. Sin embargo, la ley también establece que la curul solo se adjudica si la persona acepta el cargo, por lo que la decisión final está en sus manos.
Mientras se define este reemplazo, crecen las voces que piden que a los procesados por el asesinato se les impute no solo homicidio agravado, sino también terrorismo, argumentando que el ataque fue contra un miembro activo de la oposición en el ejercicio de sus funciones.
La silla vacía de Miguel Uribe Turbay en el Senado se convierte así en un símbolo de la violencia política que sigue afectando a Colombia y en un recordatorio del reto que enfrenta el país para garantizar la seguridad y la representación democrática de sus líderes.