
Paro armado en Guaviare: disidencias de las Farc agravan la crisis de seguridad en el sur del país
Guaviare – junio 2025
El Bloque Amazonas, estructura disidente de las Farc comandada por alias ‘Iván Mordisco’, anunció la realización de un paro armado en el departamento del Guaviare desde este lunes 16 hasta el próximo sábado 21 de junio. La amenaza revive viejos temores en esta región selvática, históricamente afectada por el conflicto armado.
El anuncio, difundido mediante panfletos y mensajes en redes de mensajería, se da en medio de fuertes enfrentamientos con un grupo rival encabezado por alias ‘Calarcá’. La disputa territorial y de poder ha desencadenado una nueva ola de violencia que tiene en vilo a la población civil.
En el comunicado, el Bloque Amazonas no solo advierte sobre el cese total de movilidad en vías y zonas rurales, sino que lanza graves acusaciones contra las Fuerzas Militares y de Policía, a quienes señala de colaborar con su grupo enemigo. También denuncian robos, amenazas, extorsiones y abusos cometidos supuestamente con complicidad estatal.
Uno de los hechos más alarmantes fue la desaparición de Misael Motta Bermúdez, un ciudadano que se trasladaba desde el municipio de Calamar hacia la vereda Pueblo Seco. Hasta el momento, su paradero es desconocido.
Asimismo, las disidencias aseguran que se están cometiendo actos de violencia contra integrantes de las llamadas guardias campesinas, a quienes acusan de ser aliadas del bando contrario. Todo esto ha encendido las alarmas en una región donde el Estado sigue sin consolidarse plenamente.
El presidente Gustavo Petro respondió con contundencia a través de su cuenta oficial:
“Orden terminante al ejército. No se permite paros armados en la cuna de la civilización de la humanidad. Que los ignorantes brutos por la codicia se derroten”.
La declaración del jefe de Estado fue recibida con aplausos por algunos sectores, pero también con escepticismo por parte de líderes sociales que, desde hace años, reclaman acciones efectivas más allá de los discursos.
Mientras tanto, en Guaviare crece el temor. Comercios cerrados, escuelas suspendidas y carreteras semivacías dan cuenta del impacto inmediato del paro armado, en una zona donde la guerra nunca se ha ido del todo.