Europa arde: ola de calor extrema rompe récords y deja varias víctimas mortales

Europa atraviesa una de las olas de calor más intensas de los últimos años, con temperaturas extremas que han rebasado los 43 °C en países como España y Portugal, y han generado una emergencia sanitaria y social en gran parte del continente. Desde el pasado fin de semana, los termómetros no han dejado de subir, obligando a cerrar monumentos, suspender labores al aire libre y activar alertas rojas en múltiples regiones.

En Francia, donde se registraron 41 °C, las autoridades ordenaron restricciones para proteger a los trabajadores expuestos y a la población vulnerable. En Italia, donde el calor alcanzó los 40 °C, se prohibió trabajar al aire libre durante ciertas horas, especialmente en zonas del sur del país. Alemania no se queda atrás, con 38 °C en varias ciudades y aumento en las consultas por golpes de calor.

La emergencia ya cobra vidas. En Tarragona, España, un niño de dos años falleció tras permanecer varias horas dentro de un vehículo expuesto al sol. En Italia, un trabajador de 47 años murió mientras laboraba en una obra pública. Y en Barcelona, se investiga si la muerte de un barrendero está vinculada directamente a las temperaturas extremas.

España vive una situación sin precedentes. Once comunidades autónomas están en nivel naranja por riesgo importante y junio ya fue declarado como el mes más caluroso de su historia, con una temperatura media de 23,6 °C, incluso por encima de los promedios de julio y agosto.

La crisis climática también impacta el ecosistema marino. En el Mediterráneo occidental se han detectado temperaturas de hasta 30 °C en la superficie del mar, mientras que en el Cantábrico oriental se han registrado 24 °C, cifras que preocupan a los expertos por su efecto en la fauna, la pesca y el equilibrio ambiental.

El fenómeno vuelve a poner sobre la mesa los efectos acelerados del cambio climático y el desafío que enfrentan los gobiernos europeos para proteger a su población, adaptar las ciudades y generar conciencia frente a un futuro donde olas de calor como esta podrían volverse la norma.