
Avanza en el Congreso el Estatuto Especial para Docentes Etnoeducadores: un paso histórico hacia la equidad educativa
Bogotá D.C., 19 de junio de 2025 – Con una votación mayoritaria, la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el Proyecto de Ley 589 de 2025, que busca expedir el Estatuto Especial de Profesionalización para Docentes y Directivos Docentes Etnoeducadores, marcando un hito en la lucha por el reconocimiento y la dignificación de cerca de 23.000 maestros vinculados a procesos etnoeducativos en Colombia.
La iniciativa, liderada por el representante y docente de carrera Hernando González, representa una deuda histórica con los educadores que trabajan en 6.568 sedes educativas con enfoque diferencial, especialmente en regiones como el Valle del Cauca, Nariño y Bolívar, que concentran el mayor número de etnoeducadores en el país.
Un camino de más de 10 años
El estatuto es producto de más de una década de construcción colectiva entre el Gobierno Nacional y las comunidades afrocolombianas, raizales, palenqueras y negras, a través de mesas técnicas y consultas previas, cumpliendo además con mandatos reiterados por la Corte Constitucional, que exigía una normatividad específica para regular las relaciones entre el Estado y los etnoeducadores.
“Este proyecto no busca nombrar nuevos maestros, sino fortalecer y profesionalizar a quienes ya están trabajando en las aulas bajo este modelo. Es un reconocimiento al mérito, la cultura y la ancestralidad de nuestros pueblos”, expresó el representante González durante el debate.
Reconocimiento, derechos y enfoque diferencial
El estatuto plantea la creación de una carrera especial para etnoeducadores, bajo principios como el mérito y el respeto por la identidad cultural. Entre los beneficios que contempla están:
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Vinculación a un sistema especial de escalafón, coordinado por la Comisión Nacional de Carrera Docente Etnoeducativa (CNCET) y los Consejos Territoriales Etnoeducativos.
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Derecho a impartir una educación con enfoque diferencial, ajustada a la cosmovisión y saberes de las comunidades NARP (Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras).
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Licencias especiales por luto, deportivas o culturales.
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Creación del Premio Ubuntu a la etnoeducación.
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Fortalecimiento de la Cátedra de Estudios Afrocolombianos en el currículo escolar.
Además, se establece una valoración integral para el ingreso, permanencia y ascenso en la carrera docente, respetando los contextos culturales y sociales de las comunidades.
Un cambio con impacto nacional
Según datos de la Universidad Javeriana (2024), en Colombia más de 973.000 estudiantes pertenecen a grupos étnicos, lo que significa que 1 de cada 10 alumnos del sistema educativo requiere una formación ajustada a su identidad cultural. Este proyecto responde directamente a esa realidad y a la urgencia de evitar la desaparición de conocimientos ancestrales, lenguas, costumbres y tradiciones.
“Es una manera de conservar nuestra historia, nuestra cultura, y dignificar a una raza trabajadora y berraca que le ha aportado tanto a este país”, añadió González.
Lo que viene
El proyecto continuará su trámite en el próximo periodo legislativo, que comienza el 20 de julio, cuando deberá ser debatido en la plenaria de la Cámara de Representantes. De ser aprobado en sus siguientes etapas, representaría un avance estructural para consolidar una educación más justa, incluyente y representativa de la diversidad étnica del país.






